El Puls plato tradicional romano,
En
el Lacio, durante la época arcaica,
no se usaba el pan, sino una especie de gachas hechas con espelta, cebada o mijo,
y posteriormente con trigo.
Estas
gachas, que recibían el nombre de puls,
en plural pultes origen de nuestra palabra “puches”, sinónimo de gachas, y también “puchero” de pultarius,
el recipiente para hacer las pultes,
constituyeron la base de la alimentación de los latinos durante toda la época
antigua.
El puls fué el plato tradicional romano,
principal alimento que derivó en la polenta de cebada y las gachas, se elaboraba con harina y un líquido, generalmente agua y a veces leche y en
algunas ocasiones hasta caldos.
Este
puls de casa pobre se va sofisticando según sube el
nivel económico del consumidor.
Se
podía preparar poniendo a hervir en agua
o en leche los cereales molidos, y se enriquece añadiendo lentejas,
habas o garbanzos. Solo más tarde se impuso el uso del pan, tanto ácimo como
fermentado con levadura.
Tenían diferentes maneras de preparar el plato:
Tenían diferentes maneras de preparar el plato:
La Puls púnica, es decir, gachas a la manera de los
cartagineses, consiste en gachas espesas con tropiezos de queso, miel y huevos
duros.
Y
la exquisita Puls italiana se
hace añadiendo a las gachas ostras hervidas, sesos a la plancha y vino
especiado. (Si quieren hacer la receta en casa y lo de las ostras les resulta
prohibitivo, usen las “ostras rojas” de las que habla Tito Livio, que no son
otra cosa que nuestros amables mejillones).
De
plato principal, el puls se convirtió
en guarnición de la mayoría de los platos. A la manera de nuestro puré de
patata de hoy en día.
Cómo
hacer en casa Puls Púnica:
Tomar
pan muy seco y molerlo como si se fuera a usar para empanar, pero no tan fino.
Añadir agua para hacer una pasta, como si se fueran a preparar unas migas.
Freír en la sartén con abundante aceite de oliva y todo el perejil que se
quiera.
Cuando estén ya espesas, añadir dados de queso de cabra tierno y de
huevo duro, y un par de puñados generosos de pasas de corinto.
Dejar un par de
minutos, apagar el fuego, añadir un chorro generoso de miel y dejar reposar diez
minutos.
Y buen provecho.
Fuentes.
http://www.afuegolento.com/articulos/190/polenta-historia
https://historol.blogspot.com.es/2012/02/gastronomia-romana-1.html
Mi família que procede de Tineo y Cangas del Narcea en Asturias, siempre ha comido una pasta muy parecida y de nombre similar, 'polentes', o 'papas', una pasta hecha con harina de maíz, (supongo que en un origen de otro tipo de cereal ya que el maíz no se conocía hasta el 'descubrimiento de América).
ResponderEliminarPor la presencia romana en la zona no sería extraño que dicho alimento derivase del que tan acertadamente nos hablas en tu blog.
Enhorabuena por tu trabajo, nací y vivo en Tarragona y tu Blog que ha parecido estupendo!
Felicitaciones por tu blog, por contribuir a la difusión de las costumbres romanas. Es difícil desde nuestra acomodada forma de vida hacernos una idea de lo cotidiano de esos tiempos, sobreslo que ha hecho tanto mal ha hecho Hollywood.
ResponderEliminarTambién en Almería hay algunos platos como las gachas y las migas de harina, que estoy convencido de que son reminiscencias de la pulsera.
Ánimos en la difusión de temas tan interesantes. Yo también intento poner mi granito de arena escribiendo novelas históricas ambientadas en la Hispania Romana del siglo I d C.
Juan Miguel Torrero Guilarte
Impresionado me dejas con la dfomracion en cultura romana que tienes y que despliegas para que los demás sepamos mas y mas. Muchas gracias!
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