Por José
Antonio Olmos (autor invitado)
Uno
de los motivos que más nos fascinan de la época romana, amén de su historia
militar y social, son sus construcciones, algunas de ellas monumentales como
coliseos, teatros y acueductos, y otras más mundanas como los edificios particulares
o calzadas y calles. Saber cómo se construían, que materiales y técnicas usaron
nuestros ancestros romanos no es tarea fácil para los historiadores y
arqueólogos que se empeñan en esto.
Por
suerte, hasta nuestros días nos ha llegado una gran variedad de datos
arqueológicos, bien de canteras, bien de edificios romanos, lo que nos permite
el estudio de las técnicas y materiales utilizados en la construcción de
edificios. También es importante la obra de 10 libros sobre arquitectura de
Vitruvio, escrita en la época de César y Augusto, donde nos detalla la
metodología y técnica de forma concisa.
En
este artículo vamos a ver cuáles eran los materiales y técnicas más usados.
Muchas de ellas perduran hasta nuestros días y tuvieron influencia en el arte
de las civilizaciones que tomarán el relevo de Roma, pudiendo observarlas en
cualquiera de las construcciones romanas que aún quedan en nuestras ciudades y
pueblos.
Plano
de una casa según Vitruvio
La
elección del material se hacía en función al destino del edificio, dimensiones,
situación o disponibilidad del material o de financiación. Entre estos nos
encontramos los siguientes:
Piedra:
Los primeros materiales líticos utilizados en la ciudad de Roma datan del siglo
VI a.C. y son los tufos (Piedras calizas muy porosas). A finales del siglo II
comienzan a usarse caliza de las canteras de Tivoli llamada travertino, ya que
es más sólida y duradera, hasta el siguiente siglo que comienza a llegar a Roma
a través del comercio marítimo el mármol.
Estos
materiales provenían de Grecia, Egipto o
áfrica y se canalizaban a través del puerto de Ostia. Su uso era más
decorativo, utilizado para columnas, revestimientos o pavimentos. Ya a partir
del siglo IV, su importación comienza a disminuir, por lo que se reutiliza el
mármol de los edificios imperiales, hecho que se agravara durante la época
medieval donde los edificios se encontraban en ruinas.
Para
la mampostería se utilizaban diferentes tipos de piedra local, aunque para los
edificios destinados a nobleza o gente adinerada se importaban los materiales.
El
transporte se realizaba después de su extracción y modelado en las canteras
usando rodillos y cuerdas, usando maquinas elevadoras para elevar los bloques y
fustes monolíticos. Los sillares se unían con mortero en los edificios de poca
calidad a los que después se aplicaba un enlucido.
Arcilla: Su
abundancia y capacidad de maleabilidad, además de su solidez tras su cocción y
secado, hicieron de este material uno de los imprescindibles en las
construcciones. Lo más común eran las piezas de tapial y adobe, que se
conseguían humedeciendo la arcilla y aplicando un desengrasante. Para el
tapial, se construía un armazón de madera sobre en el que se vertía la arcilla
y que se retiraba tras el secado de la arcilla. En el adobe, se fabricaban
ladrillos cocidos en grandes hornos y que después se unían al muro utilizando
una argamasa de arcilla húmeda.
Los
fabricantes de ladrillos marcaban sus producciones con el nombre de la persona
que dirigía la producción que a su vez dependía de dominus en calidad
de officinator, con la fecha y con el lugar de procedencia del material.
Mortero: Se
trata de una argamasa formada por cal y arena. La cal hay que cocerla primero
para obtener el óxido de calcio (calx viva) que se humedece, vuelve a
cocer, enfriarse y pulverizarse para obtener la calx
exstinta. Después se vuelve a humedecer y mezclar con la arena para
formar la argamasa del mortero que se vuelve a mezclar con mampuestos formando
el opus caementicum, uno de los grandes inventos de la época romana y
que se utiliza en las juntas de piedras o ladrillos, el enlucimiento de paredes
y numerosas tareas más.
Construcción
de un muro con opus caementicum
CIMENTACIONES
Los
cimientos son la base del edificio que soporta todo el peso de la estructura y
según Vitrubio, se excavaba hasta dar con un estrato de suelo sólido. Después
se formaba a base de piedras o grandes bloques pétreos unidos en seco o
mediante el opus caementicum.
Aquí
abarcaremos las técnicas básicas usadas en las construcciones, básicamente los
tipos de aparejamientos. Son tres técnicas las usadas dependiendo de la
construcción: aparejos grandes, mixtos y pequeños.
Posteriormente,
hasta la época republicana, el aparejo más usado será en opus
quadratum, consistente en bloques paralelepípedos unos sobre otro en
hileras horizontales a soga, tizón o alternando las dos.
opus quadr atum
Estructuras
mixtas: Aquí tenemos el aparejo en damero, consistente en alternancia
de bloques de sillar rellenos con mampuesto y que no tendrá un gran recorrido,
tan solo del siglo IV y II a.C.
Otro
tipo es el opus africanum, del siglo IV a.C. que está compuesto por
cadenas de bloques verticales alternados con hiladas horizontales y verticales
rellenos con mampostería. Este tipo fue difundido por los cartagineses en las
zonas de Sicilia y Pompeya
Por
último, una estructura en madera llamada opus craticum. Consta de dos
pies rectos de madera apoyados sobre zócalos de mampostería que sostienen una
viga que sostiene el armazón de la cubierta. Se complementa con dos vigas
menores más que también reciben parte de la carga y divide los paneles en
lienzos denominados opus incertum.
opus
craticum.
Pequeños
aparejos: son utilizados para construcciones más livianas y modestas. Con
la aparición del opus caementicum, el quadrato se reserva para
grandes construcciones, utilizando el primero mediante varios tipos de
aparejos.
Primeramente,
se revestía con grandes bloques de piedra creando un falso opus
quadratum que posteriormente evolucionó hacia un opus incertum con
pequeños bloques de tufo colocados irregularmente. De aquí evoluciona hacia
formas más regulares como el opus quasi recticulatum y recticulatum, con
un estilo más agradable con piedras de colores.
opus
recticulatum de la villa de Adriano.
El opus
vittatum es un aparejo isódomo de pequeñas dimensiones dispuesto en
hileras horizontales con piedras cuadrangulares.
El opus
mixtum, consistente en alternar mampostería y ladrillos.
El opus
testaceum, construcción íntegramente en ladrillo, cuya primera construcción son
los castra praetoria entre el 21 y 23 a.C.
Por
último, el opus listatum, donde se alternan ladrillos con pequeñas piedras
de tufo rectangulares.
ARCOS,
BÓVEDAS Y CUBIERTAS
Arcos: El arco más utilizado en época romana va a ser el arco de
medio punto. En su construcción se utilizaban varios tipos de aparejos como el
gran aparejo, consistente en un gran bloque que flanquea los dos extremos del
soporte, utilizando dos bloques formando una especie de triángulo o de varios
bloques unidos por aproximación de hiladas.
Los
arcos de dovelas son los consistentes en la unión de bloques pétreos en forma
de cuña colocados de forma radial y con una dovela clave en el centro de modo
que distribuyen el peso y evitan su desplome. Para esto usaban una estructura
auxiliar de madera llamada cimbra que hacía de guía y soporte para la
colocación de las dovelas hasta que estas estaban correctamente encajadas.
En
otras ocasiones los arcos se construyen con la misma estructura que el aparejo
murario, dejando el ladrillo o piedra a cara vista y el interior recubierto con
el opus caementicum.
Las
funciones de los arcos eran varias: desde abrir ventanas o puertas en muros, a
sostener estructuras como puentes y bóvedas o con función decorativa en
edificios especiales como famosos arcos del triunfo.
Bóvedas: Con bóveda nos referimos a cualquier estructura cubierta
cóncava en la parte interna y cuya función era desviar el empuje hacia los
lados y formar un techo. Podemos encontrar varios tipos, como las de cañón, de
cúpula circular cuadradas, de arista...
Ejemplos
de bóveda de cañón y de arista.
En
cuanto a la técnica de construcción hay dos tipos, la bóveda de dovelas,
similar a los arcos y la bóveda concrecionada, en la que se usaba también la
cimbra para hacer de guía sobre la que se colocaban ladrillos y se vertía
el opus caementicum hasta que se secaba, retirándose posteriormente
la cimbra y enluciendo la parte interior para permitir pintarla o estocarla.
Tejados: Los armazones eran simples y podían ser a una o dos
vertientes. Consisten en vigas horizontales llamadas cathenae que van
de un muro a otro, soportan los cabrios, que sobresalen de los muros, así como
los listones donde van las tejas formando el tejado. Pero para las grandes
construcciones, se utiliza una estructura triangular en la que dos grandes vigas (pares) se colocan según la
inclinación de las vertientes del tejado y se unen a la parte superior e
inferior mediante otra pieza horizontal (entrecinta o tirante) de modo que los
dos pares, reciben todo el peso de la cubierta.
El
revestimiento de las cubiertas se realizaba con tejas dispuestas de la misma
forma, siendo dos: las tegulae (tejas planas), colocadas yuxtapuestas
en sentido longitudinal y los ímbrices (tejas curvas), situados sobre las
uniones.
Techos
interiores: La construcción era simple, se realizaba un armazón con vigas
de madera que se apoyaban los voladizos o en huecos en el muro. sobre las
mismas se apoyan las piezas de madera de menor tamaño forradas con carrizo y se
cubría de enlucido.
Sobre José Antonio Olmos:
Policía
local de profesión, desarrolla su cometido en la categoría de oficial en el
municipio de Huesca, contando con casi 15 años de servicio y varias
distinciones. A pesar de que su afán por la historia le viene desde pequeño, no
fue hace mucho cuando se decidió a cursar estudios universitarios de Geografía
e Historia en UNED y comenzar en el mundo de la divulgación a través de las
redes sociales. Actualmente administra el blog el último romano . Además, colabora con revistas, páginas,
asociaciones, blogs relacionados con la divulgación histórica y es miembro de
Divulgadores de la Historia.
Podéis seguir a José Antonio Olmo en :
Articulo relaciondo:
Fuentes:
Historia
de la cultura material del mundo clásico. Mar Zarzalejos Prieto, Carmen Guiral
Pelegrín y Mª Pilar San Nicolás Pedraz. UNED 2010.
Vitrubio. De Architectura.
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