La conjuración de Catilina.
Cicerón
dirigiéndose al Senado (de Cesare Maccari)
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Cayo
Salustio Crispo redactó, 20 años después de los hechos, una de las mayores
conjuraciones de la historia.
La conjuración de Catilina.
Lucio
Sergio Catilina procedía de una familia de patricios venida a menos, partidario
de Sila, inició su carrera siendo cuestor en el 78,edil en el 71 pretor y
propretor en África (68 y 67-66).
Catilina
se presentó varias veces por el
consulado sin éxito. La única posibilidad de obtener el consulado era, a través
de medios ilegítimos, la conjuración o la revolución.
En
el año 63 a.C. Lucio Sergio Catilina dirigió, con el apoyo de algunos
jóvenes de la nobleza, hacerse con el poder de Roma. Catilina tramó una violenta revuelta, pretendía
tomar el Senado por medio de bandas armadas y derrocar a los cónsules, matando a
todos los senadores que no aceptasen el nuevo orden encabezado por él.
Por
ser un patricio popular que apoyaba a la
clase plebeya, llegó a reunir una gran cantidad de dinero y armas. Entre los
planes de Catilina estaba asesinar a Cicerón.
La noche del 18 de octubre Craso y otros senadores se presentaron en casa de Cicerón para advertirle y entregarle cierta información, aconsejando que debía huir porque tendría lugar una masacre de hombres importantes.
La masacre anunciada no se produjo, lo que dejó a Cicerón en una débil posición. Al
día siguiente, Cicerón pronunció ante el Senado uno de sus célebres discursos
dirigidos contra Catilina, a quien acusó de ser el instigador de la rebelión. El discurso convenció a los senadores, incluso a los que apoyaban a Catilina.
“¿Hasta cuándo, Catalina, abusarás de nuestra
paciencia?”, fue una pregunta gritada en el plenario del Senado Romano contra
su adversario.
Le
incriminó así:
“¿Hasta cuándo,
Catilina, abusarás de nuestra paciencia?
¿Hasta
cuándo, Catilina, has de abusar de nuestra paciencia? ¿Cuándo nos veremos
libres de tus sediciosos intentos? ¿A qué extremos se arrojará tu desenfrenada
audacia? ¿No te arredran ni la guardia nocturna del Palatino, ni la vigilancia
diurna en la ciudad, ni la alarma del pueblo, ni el acuerdo de todos los hombres
honrados, ni este fortísimo lugar donde el Senado se reúne, ni las frases y
semblantes de todos los senadores? ¿No comprendes que tus designios están
descubiertos? ¿No ves que tu conjura fracasa por conocerla ya todos? ¿Imaginas
que alguno de nosotros ignora lo que has hecho anoche y antes de anoche; donde
estuviste, a quienes convocaste y qué resolviste?.
Marco Tulio Cicerón.
Para saber más, pinchar: Fragmentos de los discursos.
Catilina
huyó en medio de la sesión y se reunió con su ejército, acantonado en Etruria. Al
huir, se acusó a sí mismo. Los senadores recibieron unos escritos con todo detalle del
complot. Con estas pruebas, Cicerón pidió
el encarcelamiento de todos los cabecillas de la conspiración, que aún se
encontraran en Roma.
Catón
pidió al Senado autorización para que los conspiradores apresados fueran
condenados a muerte, sin juicio previo. Cosa que se aprobó y fueron ejecutados, por estrangulación, en sus propias celdas.
El
cónsul Antonio fue el encargado de movilizar las tropas y buscar a los
conspiradores.
Se
cuenta que los rebeldes presentaron una dura batalla, pero, al final, fueron
derrotados por las fuerzas de Roma. En esa misma batalla murió Catilina.
Las narraciones son de Cicerón y de
Salustio, enemigos de Catilina, puede que no sean demasiado objetivas.
Os dejo otro interesante artículo sobre el tema:
LA RUPTURA DEL ESTADO: CICERON vs CATILINA
LA RUPTURA DEL ESTADO: CICERON vs CATILINA
Fuentes:
La conjuración de Catilina. Editorial Losada.
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