El odómetro romano
Réplica
de un carro de medición romano (cuentakilómetros) - Museo de Pérgamo
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El cuentakilómetros romano
Desde
la prehistoria el ser humano se ha preocupado por calcular las distancias, por
lo cual se han creado aparatos para poder calcular las distancias recorridas, lo
que hoy se conoce como odómetro, aparato que permite acumular información del
recorrido de un trayecto.
Odómetro
Su
nombre se deriva de dos vocablos griegos, “odos” que significa camino y “metro” que quiere decir medir, es decir, que mide el camino.
Se
trata de una rueda contadora se utiliza para medir trayectos y
distancias en terrenos de superficies desiguales. Por ello, el odómetro se
emplea fundamentalmente en campos, terrenos de cultivo, prados y bosques. Tiene
un contador en la rueda que funciona automáticamente marcando el número de
vueltas y centímetros.
El
arquitecto e ingeniero romano Vitruvius montó una rueda de circunferencia sobre
un pequeño marco y lo configuró de tal manera que se dejaba caer una pequeña
piedra en un contenedor por cada revolución de la rueda.
Este
invento se había adjudicado a Arquímedes en la Primera Guerra Púnica y posteriormente se habló del odómetro de Vitruvius.
Las
primeras instrucciones de cómo construir un odómetro se pueden encontrar en el
tratado de Architectura de Vitruvius, publicado sobre el año 15 a.C.
Consistía en instalar en un carro una rueda adicional dentada, de unos 30 cm de diámetro, compuesta por cuatrocientos dientes, conectada con las ruedas del carro. De este modo, a medida que el carro iba avanzando, ejercía una revolución sobre cada uno de los dientes, haciendo girar el engranaje. Cuando se había completado una vuelta, el propio mecanismo activaba un segundo engranaje, que dejaba caer una pequeña piedra sobre un cesto. Al final del viaje solo había que contar el número de piedras, dado que una revolución completa de los cuatrocientos dientes equivalía a una milla romana, es decir, unos 1.478 metros. Con este elemento, los romanos consiguieron medir, con un gran nivel de precisión, la distancia de las distintas calzadas que conectaban con la capital del imperio desde cualquier parte del mundo conocido.
Algunas
fuentes indican que Leonardo Da Vinci pudo intentar fabricar su propio odómetro
a partir de las indicaciones de Vitruvio y que no pudo lograrlo.
Aunque
parece un diseño bastante sencillo, costó bastante replicar este antiguo aparato,
fue el ingeniero André Sleeswyk quien probó con dientes en forma triangular, de
forma similar al mecanismo de Antikythera, cuando por fin se consiguió
recrearlo. Esta máquina ayudó enormemente a los romanos a diseñar su gran red
de calzadas por las que circular, que conectaban todo su imperio y les ayudaron
en gran medida a expandirse.
Vídeo sobre el funcionamiento de un odómetro.
Maribel Bofill 2019
Fuentes:
Ateneo digital
شركه نقل عفش بالقطيف
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