¿Cómo se convertía las personas en esclava en la antigua Roma?
¿Cómo se convertía la gente en esclava en la antigua Roma?
Conquista en la guerra
Esta fue, con diferencia, la
forma más común en que la gente se convertía en esclava en el Imperio Romano.
Nacimiento
Los hijos de esclavos, conocidos
como "vernae", eran considerados esclavos. Este hecho de la vida
era una dura realidad para incontables generaciones nacidas en servidumbre,
perpetuando el ciclo de esclavitud dentro del Imperio.
Piratería y Secuestro
Deuda
En períodos
anteriores de la historia romana, un ciudadano romano libre podía convertirse
en esclavo o "nexo" como resultado de deudas impagas.
El deudor estaría
obligado a servir a su acreedor como esclavo hasta que la deuda fuera pagada.
Crimen y castigo
Ciertos delitos podrían dar lugar a que una persona libre fuera esclavizada como forma de castigo.
En estos casos, el
estado vendería a la persona como esclava y las ganancias generalmente irían al
tesoro estatal.
En la antigua Roma, no era raro que los bebés no deseados fueran abandonados, generalmente en Roma se hacía en la Columna Lactaria, fuera de la ciudad o en el campo. Estos niños podrían ser recogidos y criados para convertirlos en esclavos.
Había dos tipos de esclavos: públicos y privados. Los públicos pertenecían al Estado y trabajan en servicios públicos, como por ejemplo en las minas estatales, tal vez uno de los trabajos más duros. Los privados pertenecían a familias y solían trabajar en el servicio doméstico o en la agricultura. Generalmente, se les trataba mejor que a los públicos.
Entre los esclavos se establecía una jerarquía condicionada principalmente por el trabajo que realizaban, pero también por la procedencia, de modo que los esclavos se valoraban más o menos según sus lugares de origen, o la importancia de la familia a la que pertenecían. Los que pertenecían a domus urbanas eran superiores a los de domus rurales. Los nacidos esclavos (vernae) estaban mejor considerados por sus propietarios que los que habían conocido la libertad.
Para saber más os dejo un excelente artículo de mi compañero y amigo de Divulgadores de la Historia, Alberto Martínez.
Comentarios
Publicar un comentario