El trabajo textil de la mujer romana.

Maribel Bofill Maribel Bofill enero 18, 2019

El trabajo textil de la mujer romana.

El modelo ideal de feminidad se representa en la antigüedad habitualmente a través de una mujer hilando. Podemos ver en diferentes representaciones artísticas tanto en obras de teatro, en relatos de historia, y objetos de la vida cotidiana como vasijas, vasos, espejos, ánforas, mosaicos, pinturas murales, relieves o estelas funerarias a mujeres con el huso (fusus) o la rueca (colus) en sus manos.

El trabajo de la lana lo realizaban tantos las esclavas como las ricas matronas romanas. Para la rica matrona es solo un símbolo, para la mujer de humilde condición o esclava es un verdadero oficio.

Columela hace una crítica de la sociedad del momento de la pérdida de las costumbres tradicionales.

“Pero ahora que la mayoría de las mujeres están entregadas al lujo y a la ociosidad, de tal manera que ni aún, se dignan tomar el cuidado de preparar la lana y hacerla hilar y tejer, y les molesta llevar vestidos de telas hechas en casa, al paso que arrastradas por una perversa pasión sacan de sus maridos, a fuerza de halagos, otras más exquisitas que compran por una excesiva suma de dinero que se lleva casi todas sus rentas, no es maravilla que les fatigue el cuidado del campo y de los instrumentos de la labor, y que tengan por una cosa molesta el estar unos pocos días en la casería”

La propaganda política de César Augusto, durante el principado, promovía la imagen que debían de ofrecer las mujeres de su familia; mujeres hacendosas, tejedoras y se mostraba a sí mismo como un político austero, al no ceder a la ostentación en el vestir:

Educó a su hija y a sus nietas, acostumbrándolas incluso al trabajo de la lana y prohibiéndoles toda palabra o actuación encubierta y que no pudiera consignarse en el diario de la casa. (…) Rara vez utilizó otro vestido que el de estar por casa, confeccionado por su hermana, su mujer, su hija y sus nietas.

Suetonio.

El emperador llevaba prendas hechas por las mujeres de su familia, como símbolo de la virtud de la matrona.

John William Godward. John William

El hilado es el proceso por el que las fibras se convierten en hilo. Se utilizaba la rueca y el huso. La rueca era de unos tres pies de largo, un palo o una caña, con una expansión para sujetar la bola de lana. El hilo que se producía se envolvía en el huso hasta conseguir la cantidad necesaria. El huso se hacía con junco o madera ligera.

Se hilaba durante todo el día, en los momentos que se podía. Era tanta la habilidad de las mujeres que muchas incluso lo hacían caminando.

Mujer con rueca y huso Villa romana La Olmeda.

Tejer es el proceso de entrelazar hilos verticales con hilos horizontales. Para entrelazar se fijaban los hilos verticales a un marco (telar). Los hilos horizontales se pasaban de atrás a delante agrupándolos con un peine.

Una vez obtenido el tejido se confeccionaban prendas cosidas con agujas de bronce o de hueso.

Las prendas de buena calidad se cosían con bronce, las más sencillas de telas más bastas con agujas de hueso de diferente grosor.

Con la llegada de nuevos tejidos como lino, algodón o seda la costumbre de coser en casa quedó relegada, la mujer campesina seguiría hilando en casa, pero la mujer rica prefirió las ricas telas que les ofrecían los comerciantes de oriente.