Carta auténtica de un soldado romano |
Este artículo fue publicado anteriormente en un post de mi autoría para Las puertas de Jano
Carta de un soldado egipcio llamado Aurelio Polion.
El soldado, era voluntario en la legión II Adiutrix situada en Panonia Inferior (alrededor de lo que en la actualidad es Hungría).
La carta fue escrita principalmente en griego, Polion le dice a su familia que está desesperado por saber de ellos y que pedirá permiso para viajar a casa para verlos. Va dirigida a su Madre, hermano y hermana y puede leerse:
"Rezo noche y día para que ustedes estén bien y con buena salud, siempre hago una reverencia ante todos los dioses en su nombre y no ceso de escribirles, pero ustedes no me tienen en mente.
Yo cumplo con mi parte escribiendo siempre y no dejo de pensar en vosotros y os llevo en mi corazón. Vosotros no me escribís, ni me contáis cómo estáis, o qué tal vuestra salud. Mi preocupación es tanta porque aunque no habéis dejado de recibir mis cartas con frecuencia, no me habéis escrito para que yo sepa cómo...»
La carta apareció en un templo de época romana junto al Nilo en 1899, muestra las emociones del legionario romano, como una carta que escribiría hoy cualquier soldado de nuestro tiempo desplazado en un país extraño para combatir. Muestra los sentimientos de una persona en medio de un mundo en guerra, cuyas preocupaciones no se limitan a su situación personal, sino que también se centran en sus seres queridos.
Polión estaba alfabetizado, sabía escribir y eso resultaba raro en aquellos tiempos, pero su ortografía y su gramática griega eran irregulares, lo que hizo su transcripción mucho más difícil.
Aurelio Polión era, voluntario del ejército romano, pertenecía a la Legio II Adiutrix, o segunda legión auxiliar, en un momento en que el servicio militar duraba 20 años, pero en un momento de calma, sin guerra.
Aurelio Polión era, voluntario del ejército romano, pertenecía a la Legio II Adiutrix, o segunda legión auxiliar, en un momento en que el servicio militar duraba 20 años, pero en un momento de calma, sin guerra.
"Es precisamente porque las cosas están tranquilas que tiene tiempo para escribir todas estas cartas", dice el estudioso Grant Adamson. "Una de las cosas que no esperaba encontrar era la referencia a la obtención de una licencia militar, lo que implica que un soldado tiene que hacer una solicitud [de licencia], que luego sería entregada o negada por el comandante".
El soldado hablaba egipcio y griego a su familia (Tebtunis estaba bajo ocupación griega antes de estar bajo el dominio de Roma) y latín en la legión. La carta, sin embargo, fue escrita en griego. "La mayoría de los egipcios hablaban egipcio, pero la mayoría de los egipcios no lo escribían, y su familia seguramente no sabría mucho latín", explica el investigador, y agrega que en ese momento la alfabetización de la población era muy pobre.
Aurelius Polion pudo haber pertenecido a una familia de clase baja con algunos privilegios, pero no sabía escribir bien: "Incluso escribió algunas letras del alfabeto latino en lugar del griego y usó algunos signos de puntuación en latín".
La carta habrá viajado de mano en mano hasta llegar a Tebtunis. Hoy es fácil empatizar con los sentimientos que surgen.
"Refleja las emociones de un soldado en el mundo antiguo", dice April DeConick, asesora del trabajo de Grant Adamson, citado en un comunicado de la Universidad de Rice.
"Tus emociones no son diferentes de las de los soldados de hoy que quieren irse a casa".
La carta fue hallada hecha triza en una excavación cerca del Nilo.
En la antigüedad como al día de hoy los sentimientos humanos afloran con la nostalgia de estar tan lejos de sus seres queridos y quizas de nunca volver a verlos, este soldado tuvo la fortuna de saber leer y escribir en una época donde todo era incierto, guerras y guerras ojala y si se haya logrado comunicar .
ResponderEliminarEs doloroso lo que cuenta este soldado romano y triste sin saaber si volvera a ver a su familia
ResponderEliminarAunque solo fuera una simple carta yo veeo el doolor de eeste soldado romano.
Es impresionante. Menudo hallazgo.
ResponderEliminarUna carta atemporal. Las emociones humanas son siempre las mismas; solamente van cambiando los actores con el paso del tiempo.
ResponderEliminarimpresionante¡!¡!
ResponderEliminarEl soldado tuvo la fortuna de saber escribir y nosotros la gran fortuna de poder leer la carta de una persona que no escribe para la historia sino a su familia,y nos facilita un conocimiento libre de censura o imposición alguna más sincero que los escritos oficiales agusto de quienes mandan.
ResponderEliminarQue hermoso... Uno se coloca en los zapatos de ese legionario.. del hecho de estar tan lejos de su familia, en un país extraño.. las emociones nunca cambian, la incertidumbre de saber como están!! Y si un día logro regresar a casa. Y que haya muerto en combate y nunca regreso.
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