El sistema escolar romano
Mujer
educando a su hijo. Fresco de Pompeya
A partir de los siete años, los niños, pasaban al control paterno y era el padre el que se encarga de la educación de los hijos varones, mientras que las niñas siguen al cargo de las madres que las formaran como fututas esposas y madres.
Escuela.
La
mayoría de la población contaba con escuelas mixtas donde aprendían matemáticas
básicas y letras, esta educación estaba enfocada a libertos, ingenuos y a hijos
de esclavos que contaran con un interés especial de sus amos.
Para
ser profesor no existía ninguna formación ni requisito para ponerse al frente de una clase, sobre todo de menores.
La enseñanza era un negocio privado, y los que se dedicaban a ella muchas veces
carecían de vocación era un medio para subsistir.
El
litterator o primus magister se encargaba de estos ludos, o
escuelas, la ubicación de estas escuelas estaba en lugares modestos, como
un porche o la casa del mismo maestro.
“Dentro
de la ciudad (Tusculum) se encontró con que las puertas de las casas que se
hallan abiertas y todo tipo de cosas expuestas para la venta en los puestos;
todos los trabajadores ocupados en sus tareas respectivas, y las escuelas
resonando con el tarareo de las voces de los niños que aprendían a
leer…” (Tito Livio, VI, 25)
El
sueldo de estos profesores sería bastante modesto. En el edicto de Precios de Diocleciano, se le
atribuye un sueldo de 50 denarios mensuales por alumno, cifra indudablemente
muy inferior a la de un carpintero o albañil.
Aunque
Plutarco nos menciona a Espurio Carvilio
(234 a.C) fundador de la primera escuela, ya existían escuelas en el siglo V-IV
a.C.
Marcial nos deja testimonio de un maestro
odiado por sus alumnos y alumnas por sus métodos violentos de enseñanza,
castigos físicos y humillaciones
¿Qué
tienes tú que ver con nosotros, criminal, maestro de escuela, cabeza odiosa para
los niños y las muchachas? Todavía los gallos de altiva cresta no han roto el
silencio y ya truenas con cruel murmullo y azotes. Tan profundamente resuenan
los bronces al ser golpeados los yunques, cuando un obrero coloca a un abogado
en la grupa de un caballo; más moderadamente se enfurece el griterío en el gran
anfiteatro, cuando el grupo de sus partidarios anima a un escudo vencedor: los
vecinos te pedimos dormir, no toda la noche: estar despierto no tiene importancia,
pero estar despierto permanentemente es mortal. Deja marchar a tus alumnos.
¿Quieres, charlatán, recibir por callar lo mismo que recibes por gritar? (Marcial, Epig. IX, 68)
Maestro
castigando a un alumno con azotes en posición catomus (sobre los hombros) en
una clase en el foro. Grabado del siglo XIX ac reproduciendo un fresco de
Pompeya
Tito Livio habla del intento de violación y
muerte de Virginia cuando esta se
dirigía a la escuela situada en el Foro. Lo que refleja que las niñas asistían
de manera regular a la escuela.
“En
medio de estos gastos, a Quintiliano bastarán, como mucho, dos mil sestercios:
ninguna cosa costará menos a un padre que su hijo .
Aunque la educación básica se consideraba necesaria para todos, la superior estaba encaminada, a la carrera pública y política, por lo que se consideraba innecesaria en las mujeres.
La educación filosófica y literaria de las mujeres no estaba, prohibida, pero se consideraba inútil y moralmente dañina, todo ello con la temprana edad de matrimonio la educación de las niñas se enfocaba a ser una buena ama de casa, madre y esposa ejemplar.
Fuentes:
La mujer y el trabajo en la Hispania prerromana y romana. Alfaro, Carmen
Education
in Ancient Rome Bonner, Stanley
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