La trompeta romana.
Cornu (izquierda) y tuba (derecha) romanos en un relieve del Museo Ostiense, Ostia Antica, Italia.
Instrumentos de viento
Los orígenes de muchos instrumentos
de viento, así como la trompeta, se remontan a épocas milenarias. Fueron muy utilizadas por griegos y romanos, teniendo
además una función militar.
En la más lejana antigüedad, las trompetas metálicas eran ya conocidas, siendo la mayoría de bronce. Todas tuvieron uso militar o religioso, y excepcionalmente de carácter civil, eran instrumentos para transmitir señales, especialmente para comunicar informaciones.
Algunos de los sonidos que se producían
con estos instrumentos de viento llegaban a inspirar terror y su timbre, según han
dejado testimonio autores de la Antigüedad, parece haber sido especialmente muy
desagradable.
Los romanos destacaron en el uso
y fabricación de trompetas porque dominaban el arte del torneado de los
metales. Conocieron dos tipos diferentes de trompetas, la tuba, y el lituus,
proliferaron muchas variantes: rectas, curvas, de boca ancha como un dragón,
etc., autores como Diodoro atribuyen la invención de tubas y cuernos a los
etruscos.
Tuba encontrada en el yacimiento arqueológico de la Villa romana di San Vincenzino, Italia.
La tuba era tocada por los tubicines. Se utilizaba en la infantería, pero también ocupó un lugar en la palestra en los combates de gladiadores junto con la trompa y el órgano hidráulico, utilizándolo ocasionalmente en determinados sacrificios religiosos.
La principal función de algunos de estos instrumentos era la de transmitir órdenes a los soldados, ya que el potente sonido de tubas, cuernos y bocinas podía escucharse a varios kilómetros de distancia.
Los autores romanos califican el timbre de la tuba de "ronquido" y "aterrador". El Sonido del lituus era más agudo y sin duda bastante más estridente.
Al sonido de las tubas, los legionarios debían obedecer a las órdenes.
Al sonido de las tubas, los legionarios debían obedecer a las órdenes.
Lutuus de laton siglo II tienda medieval
El lituus, era un instrumento de uso exclusivamente militar empleado en la caballería.
El cornus, tocado por las
cornicinas es una tuba curva, similar a la buccina, se trataba de un
instrumento circular de grandes dimensiones, reforzado por una barra metálica,
la boca se curvaba sobre el hombro del músico.
Al toque de las cornicinas solo
obedecían los estandartes, que a su vez eran seguidos por los soldados.
También se utilizaron en el
campamento militar romano para emitir señales, como indicar las cuatro vísperas
de la noche.
Tuba, hydraulis y 2 cornua (de izquierda a derecha) en el Mosaico de Zliten, Libia (s. II d. C.)
Los legionarios se levantaban y
se acostaban con un preceptivo toque de trompeta.
Cuando se oía en el campamento el
toque de (prepárense por la marcha) por primera vez, los legionarios desmontaba
sus tiendas y las de sus oficiales, después recogían el bagaje y se situaban
junto a él. En el segundo toque de trompeta del mismo tipo, se cargaban los
carros del bagaje. Al tercer toque, los primeros manípulos salían por la puerta
del campamento.
La lista de toques de trompeta que los legionarios debían de ser capaces de reconocer era larga. Tras el toque de levantarse, se produce el de formar en una parada en la que se distribuían las tareas. Posiblemente, había puestos de otro tipo como pasar lista de los enfermos y de los que devolvían a sus deberes normales.
La vida diaria de los legionarios
estaba regida por los toques de trompeta (todos los guardias están listos al
son de un lituus y son relevados al son de un cornu).
Al principio de la batalla, todos
los instrumentos del ejército se hacían sonar a la vez, seguidos por el grito de
guerra de los soldados con una función eminentemente moral. El sonido debió de
ser ensordecedor.
Vegecio en algunos capítulos de
su obra, nos explica cómo se organizaba el ejército y la función que la música
cumplía. Este fue uno de los principales
medios para controlar a 6.000 soldados que componían una Legión romana,
mediante mensajes sonoros codificados se le indicaban a los hombres exactamente
las órdenes, lo que dio a los romanos
una increíble ventaja en la batalla frente al enemigo y en la guerra
garantizaba el control completo de un ejército en combate.
"La música de la legión consiste en las trompetas, los cornos y la buccina. La trompeta toca para indicar la carga y la retirada. Los cornos se utilizan solo para regular los movimientos de las cohortes, las trompetas se emplean para pedir a los soldados que salgan a cualquier trabajo; pero en el momento de la batalla, las trompetas y los cornos suenan juntos.
El classicum, que es un sonido particular de la buccina o del cuerno, es apropiado para el comandante en jefe y se utiliza en presencia del general, o en la ejecución de un soldado, como marca de que lo que se hace es por su autoridad. La guardia ordinaria y los puestos avanzados son montados y relevados siempre con el sonido de la trompeta, que también dirige los movimientos de los soldados en misiones y los días de maniobras. Los cornos suenan siempre que las cohortes deban permanecer parados o plantados. Estas reglas se deben observar puntualmente en todos los ejercicios y revistas, de modo que los soldados puedan estar listos para obedecerlos sin vacilación en la batalla conforme a las órdenes del general para cargar o para perseguir al enemigo o para retirarse. Por tanto, nos convence de que lo que es necesario que se realice en el fragor de la batalla debe ser practicado constantemente en el ocio de la paz."
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Ser músico dentro del ejercito romano
Fuentes:
El ejército romano. Instrumento para la conquista de un imperio, Barcelona, 2004.
El ejército romano John Wilkes
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