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El scvtvm


 Fig. 2. Scvtvm republicano basado en el ejemplar arqueológico de Fayum, Egipto, s. III-I a.C. Construido con láminas de álamo, pegamento de caseína, fieltro natural, hierro de producción artesana a partir de mineral de hierrol. 4,8kg de peso. Foto via Ars Scutae.

En el 2020 Gladiatrix publicó un artículo sobre el Scutvm que  contiene algunas imprecisiones y errores, con base a los estudios arqueológicos más recientes, a los restos materiales disponibles, que son muy amplios y que nos dan una visión más precisa de cómo era el scvtvm.

De la mano de Ars Scutae web dedicada a la fabricación de escudos con alto nivel y rigor arqueológico, os presentamos un  excelente  y actualizado artículo sobre el scutvm.

Ars Scutae  se dedica al estudio y fabricación de escudos romanos de alto nivel, plenamente apoyado en estudios arqueológicos y en el empleo de materiales naturales (incluyendo pigmentos, pegamentos, aglutinantes, etc.) y técnicas antiguas.

Esperamos que os resulte de interés, así mismo os invitamos a seguir Ars Scutae en sus redes. 

El scvtvm

Roma, a lo largo de su historia, ha empleado un gran número de tipologías de escudo diferentes, muchas de las cuales coexistieron para cubrir el rango de necesidades del momento y las funciones asignadas que cada tropa tuviera que desempeñar. Muchos de ellos, probablemente, simplemente sean escudos – y características- ya existentes en otras culturas, las cuales los romanos también emplearon, bien por las tendencias culturales y militares del momento en el mediterráneo, o por la influencia de pueblos y ejércitos aliados.

Catalogándolos en cuanto al grado de planitud o tipo de curvatura, podemos hablar de escudos argivos, planos, curvos y lenticulares, mientras que, por la geometría de su periferia, podrían ser rectangulares, pseudo-rectangulares, trapezoidales, ovales y redondos. En lo que respecta a la construcción, podía ser de tablas, contrachapado o tarugos torneados.

El origen o historia de algunos de estos escudos se torna oscuro, difícil de rastrear, y, en el mejor de los casos, la mención que se puede hacer de ellos es bastante breve y poco precisa. Parte de ello es, inicialmente, por la falta de hallazgos arqueológicos, pero también por la enorme escasez de representaciones artísticas o menciones en los textos clásicos, por ello, este artículo se centrará en el scvtvm curvo, pieza que conocemos con relativamente buena precisión.

Definición y cronología

Aunque scvtvm es una palabra latina, la cual significa escudo, cuando hoy día empleamos esta palabra lo hacemos para referimos al arquetípico y famoso escudo curvo semicilíndrico tan bastamente representado en el arte romano y en la cultura popular. 

El scvtvm cronológicamente se ordena, de manera simplificada, en el siguiente orden lineal de geometrías: republicano pseudo/oval->augusteo->rectangular, aunque la realidad es que las 3 tipologías llegaron a coexistir durante un tiempo y los periodos de solapamiento entre geometrías fueran muy largos, así como algunas de sus características. 

Posiblemente, una de las representaciones detalladas más antiguas de este escudo provenga de la tumba de Statilii, en el Esquilino, Roma, fechada en el s. III a.C. En la tumba hay una serie de grandes frescos, uno de los cuales muestra enormes escudos ovales blancos con spina.


Fig. 1. Relieve de la tumba de Statilii, Roma. S. III a.C.


Durante el siglo II a.C., el historiador griego Polibio, en sus Historias, nos habla de él y menciona, someramente, sus dimensiones y como estaba construido:

“[…] A los que siguen en edad, los llamados hastati, se les ordena llevar un equipo completo. El romano consta, en primer lugar, de un escudo de superficie convexa, de cuatro pies de longitud y de dos pies y medio de anchura. El espesor de su reborde es, más o menos, de un palmo. Está construido por dos planchas circulares encoladas con pez de buey; la superficie exterior está recubierta por una capa de lino y, por encima de esta, por otra de piel de buey. En los bordes superior e inferior, este escudo tiene una orla de hierro que defiende contra golpes de espada y protege el arma misma para que no se deteriore cuando se deposita sobre el suelo. Tiene ajustada una concha metálica (umbo) que lo salvaguarda contra piedras, lanzas y, en general, contra choques violentos de proyectiles.”

Los vestigios arqueológicos de este tipo de escudos son relativamente amplios, sumando fragmentos de diversos tamaños e incluso escudos -más o menos- completos. Masada, Dura Europos, Egipto, Nijmegen, Kalkriese, etc, dejaron restos físicos de estos escudos en diverso estado de conservación y número, así como restos indirectos de ellos en formas de asas, cantoneras, fundas, etc. Usualmente, estaban construidos con 3 capas de finísimas láminas de madera -en ocasiones dos- y recubiertos por ambos lados con piel fina, presumiblemente cruda, de animal, a la cual se le sumaba una capa de lino por la cara delantera, entre la piel y la madera. En otras ocasiones, las que menos, usaban lino por ambos lados y en casos más atípicos, con tendones de animales o fieltro, como el caso de Fayum, ilustrado arriba. El peso, contrario a la creencia popular -e incluso, aparte de la literatura moderna-, era relativamente ligero, entre los 4-4,5kg en el rango inferior, hasta los 7-7,5kg en el superior, con, probablemente, una mayoría en torno a la mitad del rango, unos 5-6kg. Esto se entiende cuando vemos que los espesores de los tableros eran bastante delgados, rara vez por encima de 7mm y la elección de la madera elegida para construirlo era extremadamente ligera. Teofrasto habla sobre ello, probablemente en relación con los escudos de sus compatriotas helenos, en dos pasajes distintos en su Historia de las Plantas:

“[…] La madera del sauce y de la vid es flexible, por lo cual se usa en la fabricación de escudos, porque al recibir un golpe se cierra del todo de nuevo; pero la del sauce es más liviana porque es de una estructura menos compacta, y por eso se emplea preferentemente para este menester”
“El sauce se emplea para hacer escudos, cestas, canastos y otros objetos por el estilo. Podemos añadir nosotros, de igual manera, el uso particular de las otras maderas.”
Por su parte, Plinio el Viejo también habla de las maderas empleadas por los romanos para sus scvta en su Historia Natural:

Los árboles que tienen la madera más fría son todos aquellos que crecen en el agua, pero los más flexibles, y por esta razón los más apropiados para hacer escudos, son aquellos en los que una incisión se contrae enseguida y cierra su herida, y por ello deja pasar el hierro con mayor contumacia; a esta clase pertenecen la vid, el sauzgatillo, el sauce, el tilo, el abedul, el saúco y las dos especies de álamo. Los más ligeros de estos son el sauzgatillo y el sauce, y, por lo tanto, los más provechosos […]”


Fig. 3. Scvtvm rectangular basado en dos ejemplares arqueológicos de Dura Europos, Siria, 256 d.C. Construido con láminas de álamo, lino grueso, pergamino, umbo y clavos forjados, pintura de caseína y pigmentos minerales, ambos naturales. 5,16kg de peso. Via Ars Scutae.


Volviendo a la cronología dada anteriormente, un rango, algo impreciso, por otro lado, podría hablar del uso del scvtvm republicano hasta finales del s. I d.C, ya en claro abandono durante ese siglo; un escudo augusteo entre finales del s. I a.C-principios del s. I. d.C hasta finales del s. I d.C-principios del s. II d.C, y un escudo rectangular entre finales del s. I. a.C hasta algún momento del s. IV d.C., con relieves gladiatorios, hoy en la Galería Borghese, como último testimonio.

Spina y umbo

Por el modo en que se construyen los escudos, con un asa horizontal y un agujero en el centro, surge la necesidad de proteger la mano del portador frente a lesiones y cosas peores. Inicialmente, esta defensa consistía en una larga pieza de madera de origen céltico llamada spina, la cual consiste en una parte central -un umbo de madera- y unas extensiones verticales que aportan rigidez estructural a lo largo de su eje vertical, la cual, en ocasiones, se reforzaba con umbos de aletas. El empleo de estas spinas entre los escudos romanos se extiende hasta por lo menos a mitad del s. I d.C.


. Urna de Agnani, Italia, primera mitad del s. I d.C. Pueden verse claramente scvta de estilo augusteo con spinas.


Con el tiempo, alrededor de mitad del s. I a.C., ocasionalmente empezó a sustituirse por un umbo metálico oval, reminiscencias de la spina de madera. En algunos hallazgos tenían aberturas para insertos de madera como las extensiones de las spinas mencionadas anteriormente, creando una versión hibrida. Finalmente, los umbos hemisféricos de base cuadrada y rectangular comienzan a hacer aparición hasta convertirse en estándar de facto.



Umbo de aleación de cobre ligeramente rectangular con cúpula hemisférica. Río Tyne, Inglaterra. Inicios del s. II d.C.

 

Asas y cantoneras

Como ya se mencionó, el scvtvm tenía un asa horizontal en su centro, típica de los escudos del periodo en Europa. Ciertos relieves en estelas funerarias de soldados y otros monumentos han dejado prueba de ello dentro del ámbito artístico, gracias a que muestran el scvtvm de espaldas. 


Altar de Domicio Ahenobarbo, Roma, Italia. 122-115 a.C.

Arqueológicamente, la inmensa mayoría de los restos de asas que tenemos indican asas de hierro tan anchas como el escudo y totalmente sobrias en decoración, con una excepción hecha en aleación de cobre y con cierta decoración. Otro par de asas están hechas puramente de madera y también hay algunas soluciones híbridas de núcleos de madera reforzados con hierro. Es posible que la falta de más hallazgos de asas de madera se deba a la naturaleza perecedera del material. 

 Larga asa de hierro, fragmentada, proveniente de Caerleon, Inglaterra. Sin datación.


En cuanto a los bordes, había 3 maneras de tratar el asunto. En ocasiones simplemente se cubría doblando un extra de la propia piel del recubrimiento frontal, en otras -imperativo, hablando en ejemplares con recubrimientos que no sean de piel- se añadía una estrecha tira de piel sobre el resto que se cosía al borde a través de la madera. Por último, muchos vestigios de cantoneras metálicas indican un refuerzo de láminas de aleación de cobre extremadamente delgadas que se remachaban al núcleo con finos remaches.



 Cantonera de bronce de Valkengurg, Paises Bajos. 40-250 d.C.

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Conclusion

El scvtvm era una pieza militar altamente sofisticada, técnicamente compleja de producir, principalmente por la técnica empleada para formar el núcleo. Para un uso práctico en el campo de batalla debía llegarse a un compromiso entre resistencia, peso y durabilidad, a fin de no agotar a su portador con el uso y proteger su vida, pero no eran, ni mucho menos, irrompibles. La efectividad de su uso queda patente al estudiar los muchos siglos que esta pieza estuvo en uso dentro del ejército romano, y, grosso modo, la poca variabilidad en su tamaño, forma y maneras de fabricarlo. Es posible que sea uno de los escudos más complejos empleados en el mundo antiguo y en gran parte del periodo medieval.

Artículo escrito por Sergio Escudero, estudioso y fabricante de escudos romanos.


Ars Scutae



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