GLADIATRIX EN LA ARENA EN LOS MEDIOS

GLADIATRIX EN  LA ARENA EN LOS MEDIOS
Entrevistas y colaboraciones en radio, You Tube y webs.

Libros sobre la antigua Roma

Libros sobre la  antigua Roma
Para saber más pinchar imagen

LAS SACERDOTISAS flaminicae



Culto al emperador


En época de Augusto, surge el culto imperial dedicado al emperador y a su familia, donde se permite a las mujeres ejercer de sacerdotisas, las denominadas flaminicae.


El flamen.


La figura del flamen era un vínculo entre las provincias y el Emperador. Hay que diferenciar a los flamines provinciales de los municipales.

El provincial era elegido anualmente por el concilium prouinciae, reunido en la capital de la provincia, donde, entre otras cosas, también se celebraban las fiestas del culto imperial.

Los municipales, por su parte, eran elegidos por el ordo decurionum.

Cada uno desarrollaba su función en la comunidad donde era escogido. Por otro lado, aparte de los flamines anuales había una categoría de flamines perpetuos.


El flaminado anual era la culminación de la carrera municipal, mientras que el perpetuo sería un honor particular conferido cada año a ciertos flamines que salían del cargo.






El flaminado era un cargo reservado a grandes familias con vastos recursos económicos.

Se elegían entre los personajes más ricos y prestigiosos de la  aristocracia local, individuos pertenecientes frecuentemente al rango ecuestre o veteranos del ejército que habían detentado importantes puestos militares.


Desde aquí, el flamen podía ascender a la categoría de curator o patrón de la ciudad, participar en embajadas e incluso llegar a alcanzar importantes puestos dentro de la cancillería imperial de Roma.



Las flaminicae.


Las flaminicae, dedicaban el culto centrado en la persona de las emperatrices y mujeres de la casa imperial.

En la provincia Tarraconense era un matrimonio el encargado de desarrollar el culto imperial a nivel de la provincia, esto es, el flamen y la flaminica aunque no era habitual.





Este  culto adquirió gran desarrollo no solo en Roma, sino en todo el Imperio, las flamínicas podían disfrutar de su cargo a varios niveles administrativos:

El culto imperial, en honor del emperador y de su familia, es, por tanto, un culto vinculado directamente al poder, y su devoción no es una muestra solo de piedad o religiosidad, sino la sumisión a la cabeza del Imperio y la aceptación del poder dinástico.

El culto imperial actuó como unificador en beneficio del emperador, pues afectaba de modo igual a todos los territorios y a todos los habitantes y clases sociales del Imperio, en la búsqueda de una unidad que, otros cultos, no conseguían.








El flaminado femenino permitía a las mujeres obtener honores y prestigio social.

Ser sacerdotisas del culto imperial, es decir, llegar a ser flaminicae, suponía el grado más alto al que podían aspirar las mujeres de las élites municipales y provinciales.

Este sacerdocio  permitía a las mujeres  ascender en la escala social y compartir junto al flamen, generalmente su marido, este cargo religioso el único puesto de carácter político que les era permitido ejercer.

No todas las mujeres podían acceder a él; solo las aristócratas, las mujeres de la élite social podían aspirar al flaminado, puesto que, además del hecho de que una sociedad jerarquizada como la romana solo permitiría tan alto honor a los miembros egregios de la misma este cargo exigía ciertos dispendios que no estaban al alcance de todas las capas sociales.
Las grandes familias aristocráticas del Imperio, basaban su riqueza, fundamentalmente en la posesión de tierras, aunque además pudiesen invertir en ciertos negocios indirectamente a través de libertos.

Ejercer el sacerdocio suponía un honor, pero también una serie de obligaciones respecto a la ciudad, como sufragar determinadas obras o reformas y desarrollar actos de liberalidad: también los epula, o banquetes, y los sportulae, repartos de dinero, se incluían entre las actividades evergéticas (civicas) de las elites.

Para las mujeres de las oligarquías locales, el ejercicio del sacerdocio significó una posibilidad de participar en la vida política de sus ciudades, ya que, al estar habitualmente ligadas a la esfera doméstica, fue gracias a este cargo como pudieron ser reconocidas por las instituciones cívicas.
El sacerdocio de las flaminicae junto con el sacerdocio de las vestales se convirtió en las pocas participaciones públicas permitidas a las mujeres en la Roma antigua.


Existen numerosos ejemplos de flaminicae, y conviene destacar aquellas mujeres que alcanzaron el sacerdocio perpetuo de sus ciudades, o incluso de su provincia, como reconocimiento a sus méritos y en agradecimiento de la comunidad. 
Algunas de estas mujeres proceden de la Bética, como Pomponia Rosciana, Licinia Rufina y Vibia Turrina.

Algunas flaminicae, como Vibia Modesta, de Aelia Italica, y Fabia Fabiana, de Barbesula, ambas del siglo II d. C., mandan erigir estatuas de diosas con gran suntuosidad, engalanando las figuras con piedras preciosas, perlas y adornos de plata y oro.

Vibia Modesta dedica el monumento a la Victoria Augusta, mientras que Fabia Fabiana erige la estatua conmemorativa a Diana Augusta.





La práctica de vestir estatuas y ornamentarlas con joyas, practicada por estas mujeres de la élite que quieren destacar y mostrar su riqueza, es una tradición habitual en la Bética y otras zonas del Imperio, especialmente en Oriente.

Hay epígrafes relativos a Fulvia Celera,  que documenta la dedicación de una estatua, por parte de uno de sus libertos, a la concordia Augusta, una divinidad vinculada a menudo a las mujeres de la familia imperial por su relación con valores supuestamente femeninos como la paz.
Esta mujer hacía gala de posición económica, ya que disponía de libertos.
Son precisamente dos libertos, Fulvio Museo y Fulvio Mosco, quienes le erigen un homenaje a Fulvia Celera, tal como ella había dispuesto en su testamento.

Es preciso resaltar la destacada influencia que tuvo esta mujer, como sacerdotisa local primero y provincial más tarde, que se hizo extensible a los varones de su familia, tanto a su esposo como a sus libertos.













Fuentes:

Flaminica Cn (aei) et ( mulieris) i (liberta) urbana
Gregorio Navarro, MªCarmen Delia, El sacerdocio femenino en la Antigüedad: las flaminice de Tarraco











































































































































































Comentarios

  1. Los flamen, como cago sacerdotal, son anteriores al imperio propiamente dicho. No olvidemos que el propio Julio César fue flamen dialis, antes de que el propio Sila le permitiera renunciar a los votos...; y por lo que respecta a las mujeres, parece ser que se obvia las vestales, cuando son tan antiguas como la propia república romana y evidentemente eran cargos públicos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se obvia a las vestales, único sacerdocio femenino, si dejamos de lado a las vestales.Las vestales eran diferentes, diferentes de cualquier otro fenómeno de la vida ritual romana Vesta, representa a la mujer en el ámbito de la familia romana, pero más concretamente, representa a la mujer en el hogar. Vesta era virgen y de esta manera, preservando su virginidad, es como se simbolizaba su pureza.
      Cierto que los flamen son anteriores al imperio, pero aquí solo se pretende dar a conocer a las flaminicae.

      gracias por el comentario y aclaración.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Entrevista de Divulgadores de la historia a la creadora de Gladiatrix en la arena.

Entrevista de Divulgadores de la historia a la creadora de Gladiatrix en la arena.
Para leer la entrevista pinchar imagen

Colaboro con :

Colaboro con :
Arraona Romana

Página de autor

Página de autor
Maribel Bofill

Colaboro con:

Colaboro con:
Lignum en Roma

Colaboro con:

Colaboro con:
Cinco Noticias

Colaboro con:

Colaboro con:
Sergio Alejo Gómez

Revista DHistórica

Revista DHistórica
Pincha para bajarte todos los números

Revista Histórica.

Revista Histórica.
Pincha aquí para descargar.

Soy miembro de

Soy miembro de
Divulgadores de la Historia

Soy Miembro de:

Soy Miembro de:
Blogueros de Historia