Harinas y panes romanos
Pan de Pompeya |
El abastecimiento de los ejércitos era una gran preocupación de los mandos, por lo
que el pan constituía un alimento base que pedía el soldado para combatir,
exigiendo una ración diaria entre 800 gramos y un kilo en tiempos de guerra.
La falta o escasez de pan se consideraba un atentado contra los derechos cívicos.
Plinio nos cuenta las clases de harinas con
las que trabajaban en Roma y donde se deducen tres clases distintas:
El
similago, que era
la más estimada, el pollen y la harina
gruesa, esta última se utilizaba como sémola, y nos lo cuanta de la
siguiente forma:
"Harina de trigo candeal. Produce este
trigo un similago muy estimado. En África un modio debe rendir medio modio de
similago y cinco sextarios de pollen; el nombre de pollen se da en el trigo, a
lo que se llama flor, en el siligo; las fundiciones de cobre y las fábricas de
papiro se sirven de él. Además, da cuatro sextarios de harina gruesa y cuatro
sextarios de salvado. Un molino de similago da ciento veintidos libras de pan y
un modio de flor de harina de siligo ciento diecisiete.
Harina
%
Había otro tipo de harinas como la de lentejas que se obtenía tostándolas y mezclándolas con salvado, machacándolas ligeramente en un pilón.
La
harina de sésamo se elaboraba macerando el grano en agua caliente, enseguida se
extendía y después se frotaba y posteriormente se sumergía en agua fría para
que flotaran las pajas. Se ponían al sol para que se secara y para que no se
enmoheciera debía de actuarse con
rapidez. Una vez secos se machacaban en un pilón.
Gracias
a la ruina de Pompeya podemos saber que el pan era circular de un diámetro de
20 cm, tenía corteza por las dos caras y en la parte superior estaba rayada en
forma de radios. En ellos se puede ver que los panes eran redondos y tenían
forma de flores con ocho pétalos.
Las
distintas clases de panes, que generalmente se llamaban panis, eran los
siguientes:
Panis
autopyros pan moreno confeccionado con harina basta en
la que se dejaba salvado
Panis
artopticius era una pequeña torta o pan cocido en un molde,
se elaboraba clavado en un espeto al que se le daba vueltas frente a un fuego.
Panis
buccellatum se destinaba en las marchas a los soldados con forma de bizcocho, el pan destinado, por
su durabilidad, a las grandes travesías o viajes, siendo muy renombrado el que
hacían en la isla de Rodas.
Panis
militaris,
especialmente fabricado para los soldados, y que tenía larga duración. Esto
llevó a que se construyeran panaderías exclusivamente militares donde se
almacenaban reservas de cereales y de pan.
Panis
plebeius pan de
harina blanca más valorado que el pan moreno, que lo comían pobres y esclavos.
Panis
nauticus.
Especiales para acompañar un determinado plato, como el pan para las ostras o
para los marineros.
Panis
siligineus,
elaborado de fina harina y muy popular entre los patricios.
Panis
ostearius,
servido con ostras en los banquetes.
Panis
picenum contenía frutas secas y que se comía remojado
en leche endulzada en miel.
Panis
fulferus (pan del
perro) era un pan muy tosco.
Panis
cibarius pan negro, destinado a las clases
populares.
También
había diferentes nombres según la cocción:
clibani se hacía entre las brasas en un recipiente especial.
formaceus cocido al horno.
focacius al cocido bajo las cenizas consideradas un pan exquisito.
mamphula
y testuatium al
que se cocía en un objeto de tierra, dentro de un jarrón de tierra, un pan
especiado y con vino en la masa que una vez cocido se rompía el recipiente y se
comían remojándolo con vino.
Hacían
pan con diversos gustos, pan de sésamo, de semillas, de adormidera, con pasas,
con frutos secos. Hay panes con nombres de lugares, de la misma manera que hoy
compramos pan de Viena, los romanos compraban pan de Picea, o el pan
de Alejandría.
Los romanos emplearon el horno como una forma conveniente de transformar
el trigo como alimento básico de la población y de los soldados.
Tanta era la importancia que bajo Numa Pompilio se instituyeron 15
días de fiesta popular en febrero en honor a la diosa Fornax tutelar del buen
funcionamiento del horno y del perfecto horneado del pan, llamándolos Fornacalia.
El
horno romano estaba construido con el recurso del arco empleado extensamente en
sus construcciones como medio para que un techo se sostenga con el mismo
material que lo compone. Algunos eran conformados con una doble cúpula con un
intersticio sirviendo de aislamiento térmico.
Receta de pan romano. (PANIS CIBARIUS.)
250
gramos de harina de espelta
150
gramos de harina integral
100
gramos de harina de cebada
250
gramos de masa madre (La masa madre natural en un fermento compuesto de harina
y agua)
50
gramos de miel
5
gramos de sal
275
mililitros de agua
Mezclar
en un bol la harina, la miel, la masa madre con agua, verter lentamente. Por
último, añadir la sal y seguir trabajando la masa hasta que esté suave y bien
compacta. Formar un pan y colocarlo en un paño de algodón blanco enharinado, en
una cesta de mimbre, cubriéndolo con otro paño blanco espolvoreado con harina.
Envolver la cesta en una manta y dejar reposar en la oscuridad durante 24
horas. Una vez fermentada, tomar la masa, formar un pan uniforme,
colocarlo en un molde antiadherente, y espolvorear con harina tanto el molde
así como el pan. Cocer en el horno durante aproximadamente 2 horas a 200°.
Artículos relacionados:
fuentes:
Apicio.
La cocina en la antigua Roma. Madrid .Ed. Generales. Anaya. 1985
Bàguena,N.
De l´antiga Roma a la teva cuina.
A: El
arte de comer en Roma. Mérida. Fundación de estudios romanos.
A.A.
del Re. De Re Coquinaria. Antología de recetas de la Roma Imperial. Bna. Ed.
Alba. 2005
http://www.archaeokitchen.com/el-pan-de-pompeya-il-pane-di-pompei/
http://www.archaeokitchen.com/el-pan-de-pompeya-il-pane-di-pompei/
Molt interessant
ResponderEliminarBuena información y muy interesante. Gracias
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