Los animales en las uenationes. (Cacerias)

Maribel Bofill Maribel enero 19, 2017

Los animales en las uenationes. (Cacerias)

mosaico de Israel en el Metropolitan

En el año 186 a.C.Marco Fulvio Nobilior, durante los juegos que había prometido como voto durante la guerra etólica, ofreció lo que sería el primer testimonio de una uenatio en Roma .Dichos juegos duraron diez días, y se distinguieron por su fastuosidad. En ellos, los romanos pudieron contemplar a muchos artistas traídos de Grecia, y, por vez primera, una auténtica competición atlética además de una cacería de leones y panteras. El boato de la fiesta fue tal que, según Livio, prácticamente igualó al de la época de Augusto.

En esas primeras cacerías no existía aún el despilfarro consistente en llenar el circo de animales de todo el mundo.En el 169 a.C., en los juegos exhibidos por los ediles curules Publio Cornelio Escipión Násica y Publio Léntulo, participaron 63 panteras y 40 osos y elefantes. Se trataba de un proceso de ostentación cada vez mayor.

Desde este momento las cacerías pasaron a formar parte de los ludi. Los espectáculos que el magistrado ofrecía al pueblo acostumbraban a ir acompañados de una cacería.

mosaico de Pompeya

Podía tratarse de una simple exhibición de animales exóticos, o incluso podía aprovecharse la ocasión para ajusticiar a los condenados a muerte. Esto último podemos verlo en el año 146 a.C.: en los juegos ofrecidos tras la destrucción de Cartago, Escipión Africano arrojó a las fieras a los extranjeros que habían desertado del ejército romano.

En algunas ocasiones el espectáculo consistía no en la caza, sino en ver la lucha entre dos animales y ver cuál de los dos salía victorioso; un ejemplo de esto era la lucha de búfalos contra elefantes, leones contra tigres.

Podía suceder que la lucha fuera entre dos animales atados entre sí, y cuando uno de ellos perecía, el otro recibía la muerte de manos de un venator. Para poder realizar estos espectáculos existían cazadores expertos, que eran los encargados de capturar a los animales y transportarlos a Roma, bien ellos personalmente, o bien todo tipo de intermediarios.

La victoria romana sobre los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica permitió a Roma dominar el norte de África, pudo favorecer el espectacular desarrollo de las cacerías, pues le facilitaría la obtención de animales salvajes. A medida que se conquistaban nuevos territorios, las fieras más exóticas de estos lugares eran enviadas a Roma para ser exhibidas y cazadas en los juegos.

Entre las diferentes procedencias de los diversos tipos de animales exhibidos en las uenationes podemos encontrar: tigres de Armenia, Hircania y la India; elefantes, tanto indios como africanos; también de África provenían leones, leopardos, rinocerontes, antílopes, ñus, cebras, jirafas, avestruces, camellos, gacelas, hipopótamos y cocodrilos; en Europa hallamos ciervos y linces de la Gallia; jabalíes de Germania; osos de Iberia, Dalmacia y Caledonia y toros de Tesalia.

Villa roman de la Olmeda

Las panteras y leones, que salían al principio atados a la arena, se exhibieron desde el 186 a.C. También en esa época podían verse ya en el circo avestruces que corrían por la arena como si volaran. Los osos y elefantes, no fueron cazados hasta más tarde.

La primera cacería de un elefante tuvo lugar en los juegos ofrecidos por Claudio Pulcher en el 99 a.C. la primera cacería de un león fue ofrecida, en el 95 a.C., por Quinto Escévola. En el 93 a.C., Sila mostró por primera vez leones sueltos en el circo, a los que dieron caza unos arqueros del rey Boco.

Marco Escauro mostró, en el 58 a.C., un hipopótamo junto con cinco cocodrilos, en un canal construido expresamente para la ocasión. Pompeyo, en los juegos que ofreció en el 55 a.C., presentó a los ojos de los romanos, por vez primera, un rinoceronte, un lince de la Gallia, y un tipo de monos africanos posiblemente babuinos que no volvieron a verse más en Roma.

En el 46 a.C., César mostró la primera jirafa en el circo. Por su parte, Augusto mostró, en la dedicación del teatro de Marcelo, en el 11 a.C., el primer tigre, encerrado en una jaula.

Una gran parte de los animales utilizados correspondería a la fauna autóctona (lobos, osos, ciervos, jabalíes...), especialmente en los juegos en los que, por diversas razones, los animales exóticos no pudieran ser muy numerosos.

Villa roman de la Cueza

En el siglo II a.C., se realizaron algunos intentos para poner fin a este incremento en el número y variedad de animales. Plinio nos habla de un senadoconsulto que prohibía la importación de animales africanos a Italia. Sin embargo, el tribuno de la plebe Cneo Aufidio logró, en el 114 a.C., que el pueblo revocara esta medida y pudieron importarse, de nuevo, fieras para el circo.

Las uenationes durante toda la República fueron en el circo, en ese momento las luchas de gladiadores eran en el foro, pero el Foro no ofrecía las medidas necesarias de seguridad para el desarrollo de una cacería, el único sitio apropiado para la celebración de una uenatio era el circo. Aun así, ante algunos incidentes, tuvieron que adoptarse ciertas medidas para preservar la seguridad de los espectadores.

En una cacería de elefantes en los juegos ofrecidos por Pompeyo, durante su segundo consulado, para garantizar la seguridad del público se instalaron vallas de hierro. Sin embargo, éstas pudieron resistir a duras penas la furiosa embestida de un grupo de elefantes que cargaron contra ellas en un desesperado intento por salvarse.

César, cuando ofreció un espectáculo similar durante su tercer consulado (a. 46 a.C.), rodeó la arena con un canal de agua, el euripus, que estuvo en uso hasta que Nerón lo rellenó para añadir plazas especiales para los caballeros.

Cuando el euripus fue rellenado en época de Nerón, el nombre pasó a designar la spina, el muro que separaba longitudinalmente la arena.