Entrenamiento del soldado romano con las armas.
Autor Sean O' Brogain |
Para formar a
los reclutas con las armas, se empleaba el sistema utilizado en la escuela
de gladiadores.
Se
erigía un poste de 1’82 metros de altura y el recluta armado con una espada de
madera y un escudo de mimbre asestaba golpes al poste. Tanto
el escudo como la espada eran de tamaño
normal pero mucho más pesados. Así, de este modo practicaban cortes, ataques y paradas reglamentarias y
gracias al pesado equipo también se fortalecían los brazos.
Utilizaban
también el poste como diana en el lanzamiento de la pila. Posiblemente, también entrenaban con otras armas como hondas,
arcos y diferentes formas de artillería.
En
las reformas introducidas por Cayo Mario se aumentó la
instrucción del soldado por medio de continuas marchas e incesantes desfiles.
Pretendió así conseguir el
endurecimiento de sus hombres. Se
buscaba fortalecer físicamente al soldado mediante marchas con todo el equipo a
cuestas y usando armas de entrenamiento más pesadas que las reales.
Vegecio recomendaba además que toda
tropa aprendiera a montar a caballo y a
nadar.
El
nivel de entrenamiento se incrementaba gradualmente, comenzando entonces a
participar en batallas simuladas, utilizando armas de prácticas o armas reales
con las puntas protegidas con cuero para evitar heridas graves.
El
entrenamiento duraba unos cuatro meses o menos según el apremio, pero de hecho la
actividad era continua durante todo el servicio. Los comandantes romanos debían
de tener a sus unidades bien preparadas e instruidas para una guerra real en
cualquier momento.
Un
buen gobernador provincial y oficiales de todos los niveles jerárquicos
deberían de asegurarse de que el entrenamiento militar se produjese de modo
regular en todos los campamentos.
La
mayoría de los emperadores dejaron muy claro que eso era un trabajo muy importante.
El
emperador Adriano en el año 128d.C. Visitó en campamento del norte de África,
contemplando una serie de ejercicios a gran escala desarrollada por la Legio
III Augusta y las unidades auxiliares de provincias.
Fuentes:
El
ejército romano. Ediciones Akal Madrid
El
ejército romano, instrumento para la conquista de un imperio. Editorial Ariel
Barcelona
Imágenes:
Pinterest
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