Mascara Romana de teatro
Los términos máscara y careta son similares, la diferencia es que la máscara puede
cubrir todo el cuerpo, mientras que la careta solo disimula los rasgos.
El origen de la palabra puede venir del árabe “maskharah”, que significa
“bufón” (hombre con máscara).
El
origen de la careta se remonta en el tiempo y se pierde en la más remota
antigüedad.
Se supone que su invención se debió a fines religiosos.
Una de las características más significativas del teatro grecorromano son las
máscaras. Teniendo un origen religioso, se empezaron a utilizar en los ritos
dionisiacos, donde los personajes se embadurnaban el rostro con barro o azafrán.
Las máscaras eran de tamaño superior a la cabeza del actor y se las colocaban
en la cabeza como si fuesen cascos. El tamaño permitía ser más visible para el
público y las bocas abiertas contenían un megáfono de latón para proyectar la
voz y que se oyese desde cualquier punto del teatro. No solo eran más visibles
los actores, sino que los agujeros para ver hacían que el que las llevase
pudiese ver a grandes distancias.
La
máscara tenía las características del personaje representado mediante rasgos tipificados y expresiones exageradas tanto en formas como en colores.
Además, indicaban la edad, sexo, las máscaras permitían a la audiencia determinar si el personaje era una mujer usando una máscara de color blanco, o si era un hombre con el uso de una máscara de color marrón, el estado de ánimo y rango del personaje, etc.
Poco
a poco se iban haciendo cada vez más realistas y surgieron las variantes entre
las tragedias y las comedias. En las tragedias las máscaras eran mucho más
serenas y hermosas. Otra de las cualidades de las máscaras era que el actor
podía realizar más de un personaje sin llegar a confundir al público.
La
inmovilidad de la expresión facial suponía un esfuerzo por parte del público
para imaginar el cambio del estado de ánimo del personaje mediante el diálogo.
Por ello en Roma comenzaron a utilizar la máscara doble compuesta, por un lado, sonriente y otro enojado que servía para enseñar al público la que conviniese en
cada momento. Generalmente, este tipo de máscaras se utilizaba en comedias y
pantomimas. En Roma además se usaron por primera vez las carátulas o personae.
Estas estaban hechas con tela empapada que una vez endurecida se la daba forma. La boca era muy abierta y tenía dos huecos para ver. Solían estar pintadas y al ser más ligeras eran mucho más cómodas para el actor.
Las más
primitivas estaban hechas de corteza de árbol, de cuero forrado con tela y
finalmente de madera.
Hubo
varias clases de máscaras; cómicas, trágicas y satíricas.
Las trágicas eran notablemente más grandes, tenían la mirada furiosa,
los cabellos erizados y las sienes o frente deformes.
Las satíricas eran más grotescas, representaban solamente figuras extravagantes
y fantásticas como cíclopes, centauros, faunos y sátiros.
Máscara de teatro romana
Fuentes:
BEARE, W., La escena romana, Buenos Aires, 1972.
El teatro en la Hispania romana (Mérida, 1980), Badajoz, 1982.
¡Me encanta esta página! Enhorabuena :D
ResponderEliminar¡Gracias por existir! 😀
ResponderEliminarque buena informacion los kiero 7u7
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