Cloaca Máxima
Cloaca Máxima Piranesi 1748 |
La palabra
cloaca en latín del verbo colu, limpiar, procede del griego úxw.
Durante
la dominación de los etruscos en la ciudad de Roma comienzan las primeras obras
hidráulicas verdaderamente romanas. Son obras de saneamiento de los valles
entre las colinas del Septimontium,
desecando las zonas inundables, es decir, rescatando las tierras que de un modo
irregular ocupaba el río en sus inundaciones.
La
primera zona rescatada fue la del Foro Boario, al que correspondía los terrenos
delante del Capitolio y del Palatino, lindando con el río Tíber, donde "en
las primeras épocas pastaban los rebaños", que pasaron a ser zonas
comerciales dentro del puerto fluvial para facilitar las relaciones internacionales.
Después le llegó el turno al Campus Martius, lindando también con el Tíber, pero fuera del Pomerium. Estos campos fueron reduciéndose a medida del crecimiento de la ciudad, quedando luego exclusivos para ejercicios de la comitia centuriata y para la celebración de cultos extranjeros. Después le llegó el turno a la vía Sacra que atravesaba el Forum romanorum, es decir, el valle entre el Capitolio y el Quirinal, que enseguida se llenó de edificios públicos y templos. Este saneamiento permitió habitar las laderas de los montes, pues hasta entonces los habitantes estaban obligados a permanecer en las alturas, dejando las laderas para sus ganados.
Después le llegó el turno al Campus Martius, lindando también con el Tíber, pero fuera del Pomerium. Estos campos fueron reduciéndose a medida del crecimiento de la ciudad, quedando luego exclusivos para ejercicios de la comitia centuriata y para la celebración de cultos extranjeros. Después le llegó el turno a la vía Sacra que atravesaba el Forum romanorum, es decir, el valle entre el Capitolio y el Quirinal, que enseguida se llenó de edificios públicos y templos. Este saneamiento permitió habitar las laderas de los montes, pues hasta entonces los habitantes estaban obligados a permanecer en las alturas, dejando las laderas para sus ganados.
Al
principio servía como drenaje, solamente de las aguas pluviales, pero a partir
del año 33 d.C., sirve también como alcantarilla de aguas residuales por un
decreto del cónsul Vispasius Agrippa.
Las
principales galerías transversales que desembocan actualmente en ella son las
de las calles actuales de Tor di Conti
y la de los Foros imperiales, además
de los ramales antiguos correspondientes al Foro romano, Campidoglio, Velabro, Palatino y Aventino.
Tiene
también un afluente que recoge las aguas del Viminal del Esquilmo y del Quirinal
y se denomina de la Suburra.
Por la Cloaca Máxima se podía ir en barca y de este modo la inspeccionó Agripa cuando se encargó de la reparación de todas las cloacas de Roma; las limpió a sus expensas y según Strabon y Plinio, la Máxima era tan espaciosa, que "podrían circular dentro de ella dos carretas cargadas de heno"
Por la Cloaca Máxima se podía ir en barca y de este modo la inspeccionó Agripa cuando se encargó de la reparación de todas las cloacas de Roma; las limpió a sus expensas y según Strabon y Plinio, la Máxima era tan espaciosa, que "podrían circular dentro de ella dos carretas cargadas de heno"
La
Cloaca Máxima fue construyéndose
paulatinamente desde el 200 a.C., empezando por recoger el agua que discurría
libremente en los valles que separan las colinas del Septimontium, donde se habían asentado los primeros pobladores de
la zona.
Se
desecaron los terrenos pantanosos del Velabrum
al pie de Palatino y después los
que están entre el Aventino y el Viminal
y a continuación los del valle entre el Palatino
y el Quirinal que habría de dar el asiento para el Foro romano comenzado por los reyes etruscos.
Las
aguas procedentes de estos valles al encauzarse fueron formando la Cloaca Máxima, que es la primera gran
obra de ingeniería romana y uno de sus más esplendorosos timbres de gloria, que
ha sonado en todos los tiempos.
La
obra en sí, se realizó por etapas: primero se excavó una gran zanja abierta a
todo lo largo de cada valle, llevando sus aguas en el fondo, como verdadero
río, para desembocar en el Tíber. La
primera zanja se atribuía a Tarquino el
Soberbio.
En
una segunda fase la zanja se afirmó y cubrió, apeándola con hastiales de madera
y techo de tablas, para después, en una tercera época, voltear una bóveda en
cañón seguido, con hermosas dovelas de piedra. La última prolongación fue una
desviación para recoger el arroyo del valle entre el Viminal y el Quirinal, donde estuvo el primer establecimiento
latino.
Maqueta de la Roma arcaica |
En
la embocadura de esta gran obra, se observa hoy una bóveda de 5 m. de diámetro
con tres roscas de dovelas de peperino
de juntas alternadas. Parece de edad siliana
e incluso puede ser de edad augústea.
El detalle de la triple rosca no puede ser anterior a comienzos del siglo I. Por otro lado, se tiene constancia de que la zanja estaba abierta a mediados del siglo II, pues en el 158 a.C., el filósofo griego Crates se cayó a ella en la zona del Palatino. No se conoce la altura de la galería, aunque se dice que era igual al diámetro de la bóveda y otros autores le dan 10 m., pero en la actualidad el fango ha llegado hasta el nivel de arranque del arco.
El detalle de la triple rosca no puede ser anterior a comienzos del siglo I. Por otro lado, se tiene constancia de que la zanja estaba abierta a mediados del siglo II, pues en el 158 a.C., el filósofo griego Crates se cayó a ella en la zona del Palatino. No se conoce la altura de la galería, aunque se dice que era igual al diámetro de la bóveda y otros autores le dan 10 m., pero en la actualidad el fango ha llegado hasta el nivel de arranque del arco.
La embocadura actual parece ser de época muy posterior, construida en
algún avance para llevarla al borde del río encauzado; actualmente se ha
quedado un poco retranqueada al haber avanzado los muelles. Pero en otras
zonas, excavadas para obras urbanas en tiempos recientes, se han encontrado
secciones diferentes. Bajo el foro de
Nerva los hastiales de cerca de metro y medio de grueso soportan bóveda de
una sola rosca con sillares de "pietra
gabina", no muy bien escuadrados; en algunos puntos se han perforado
bóvedas de hormigón, que deben corresponder a reparaciones modernas o
reconstrucciones motivadas por obras actuales
La
sección transversal varía según el trayecto, pues se ha tenido que construir en
épocas muy diversas. En la primera zona hasta el Foro romano tiene 2,10 de
latitud, pero luego se ensancha llegando a 5 m. en la zona de desembocadura.
Empieza a mitad del Foro romano y atraviesa por debajo de la Basílica Emilia, donde hoy pueden verse trozos al descubierto de los dos ramales en que se dividía al llegar allí, uniéndose de nuevo para pasar por delante de la Basílica Julia; saliendo del Foro mediante un codo brusco para continuar en cuatro alineaciones rectas.
La última alineación es tangente al cimiento del Templo de Hércules olivario en el Foro Boario. La cárcel Tulliana (hoy templo de S. Pietro in Cárcere) antigua fuente, tiene un desagüe hacia la Cloaca, y también tenían desagüe los altares y templos para evacuar la sangre de las víctimas sacrificadas.
Desemboca en el Tíber cerca del puente Rotto (puente Palatino).
Empieza a mitad del Foro romano y atraviesa por debajo de la Basílica Emilia, donde hoy pueden verse trozos al descubierto de los dos ramales en que se dividía al llegar allí, uniéndose de nuevo para pasar por delante de la Basílica Julia; saliendo del Foro mediante un codo brusco para continuar en cuatro alineaciones rectas.
La última alineación es tangente al cimiento del Templo de Hércules olivario en el Foro Boario. La cárcel Tulliana (hoy templo de S. Pietro in Cárcere) antigua fuente, tiene un desagüe hacia la Cloaca, y también tenían desagüe los altares y templos para evacuar la sangre de las víctimas sacrificadas.
Desemboca en el Tíber cerca del puente Rotto (puente Palatino).
Los
romanos se encontraron un día una estatua entre sus aguas y pensaron que era
una señal de los cielos. La llamaron Cloacina y
la hicieron patrona de la Cloaca Máxima; protectora de los desagües de Roma.
Con el tiempo, Cloacina se convirtió en diosa de la pureza, protectora de la
salud sexual y diosa, por fin, de la inmundicia. Conociéndosela como Cloacina
Venus. En su honor, y en el foro, se construyó un altar, frente a la Basílica
Emilia. El altar disponía de una puerta que permitía el acceso a la cloaca y su
imagen (la del templo) acompañó la silueta de Julio Cesar en
las monedas acuñadas tras su asesinato.
Restos actuales del altar de la Venus Cloacina |
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Fuentes:
Historia
antigua del saneamiento de aguas en época . ed. Colegio de Ingenieros de Caminos,
canales y puertos.
Ingeniería
Hidráulica Romana. Carlos Hernández Casado.
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