En Roma, en el 46 a.C. se realizó un munus o
combate de gladiadores en honor de una mujer, esa mujer era Julia, la hija de César y esposa de Pompeyo.
Murió
de parto en el año 54 a.C., el bebé también falleció a los pocos días de su
nacimiento. Las fuentes nos narran que ambos, esposo y padre estuvieron muy
afectados.
En
el momento del fallecimiento, César estaba ocupado con la segunda incursión en
Britania, y prometió que cuando regresara a Roma ofrecería un epulum y un munus
fúnebre en su honor.
El
munus se realizó en el año 46 a.C., en una breve estancia de César en Roma.
El funeral de julia
El
entierro de Julia se produjo en el Campo de Marte y no en la villa que Pompeyo
poseía en Alba, a
petición del pueblo romano, según mencionan Plutarco, Tito Livio, y Dión Casio. Un gesto de devoción del pueblo romano
hacia ella, por unir a César y Pompeyo, se trata de la primera mujer honrada
con una sepultura en suelo público.
El
Campo de Marte era un lugar de enterramiento reservado para hombres de gran
relevancia en la política. Cornelio
Sila, enterrado en el 78 (fue el primer ciudadano romano documentado al que se
le hizo un funus publicum en este lugar).
Ser
enterrado en el Campo de Marte, significaba tener un funus público y tenía que
estar aprobado por el Senado y el pueblo romano, en el caso de Julia ese
permiso no había llegado. Junto
al entierro de Julia, también fue
erigida una estatua, la primera estatua publica funeraria dada a una mujer.
Munus Gladiatorium
Durante
el funeral de Junio Bruto Pera, en el
año 264 a.C., sus hijos organizaron la
primera lucha de gladiadores con espectadores en el Foro Boario. A partir de
este hecho, las competiciones de gladiadores fueron comunes en los funerales de hombres poderosos.
Nacieron
los Munus Gladiatorium o juegos fúnebres un regalo al
difunto para dar descanso a su alma.
Estos
juegos eran un motivo para conmemorar a un familiar ya fallecido, aunque
hubieran pasado muchos años desde su muerte.
No
todos los funerales llevaban aparejada la celebración de combates de
gladiadores. Tras
haber realizado el periodo de purificación o feriae denicales, se realizaban
los munera.
Según
Dión Casio, el munus de Julia se caracterizó por su fastuosidad, ni él mismo se
atrevía a dar un número de participantes en los combates de gladiadores.
El
munus que César ofreció en honor a su hija, además, coincidió con la
celebración de sus victorias, y el inicio de la construcción de su foro.
También se produjo un cambio en
el lugar donde se desarrollaban, de la necrópolis pasan a lugares públicos
espaciosos donde un mayor número de personas los puedan contemplar.
Las
fuentes no mencionan el lugar donde se celebró el munus de Julia, Dión Casio
dice que César construyó un anfiteatro de madera. Este pudo estar situado en el
Foro Romano, en su propio foro o en el Campo de Marte, donde recibió sepultura
su hija.
Debieron
de pasar más de doscientos años desde el primero munus conocido (desde el 264 hasta el 46 a.C.)
para que se efectuara un combate de gladiadores por los funerales de una
matrona romana, lo que es un claro exponente de la desigualdad en razón del
sexo y de ruptura de la tradición.
Julia
es a la única mujer de la que se tiene constancia a la cual, durante la
República, se le ofrecieran unos juegos, rompiendo la tradición de que los
combates de gladiadores estaban reservados a los hombres. Era la primera vez
que se honraba a una difunta con este tipo de espectáculos.
Artículo relacionado:
LOS JUEGOS FÚNEBRES (MUNUS )
Fuentes:
El
munus en honor de Julia organizado por César: ritual funerario, desigualdad
social y propaganda política en la Roma republicana. María
Juana López Medina y Francisco Pérez Martínez
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