Técnicas médicas romanas
En la Roma republicana, la medicina
tenía más de magia que de ciencia.
Los dioses de las enfermedades, MEFITIS,
LUCINA, Y FEBRIS, recibían un culto especial en tiempos de los reyes y
de la república romana. Los romanos de
esa época no creían en la medicina
científica y por eso consideraban superfluo llamar al médico en la enfermedad.
Los primeros médicos fueron griegos y
aparecieron en los primeros años del imperio.
El paters
familia trataba según la tradición a sus parientes y a sus esclavos, aunque
muhos de ellos tenían un esclavo, en la mayoría de los casos griego,
experimentado en medicina, “servus
medicus”.
Con la conquista de Grecia, la medicina
griega influyo entre los romanos, siendo Asclepio, el más distinguido de los
médicos de la aristocracia.
Galeno junto a Hipócrates fueron los médicos de
mayor autoridad. Galeno fue médico de gladiadores y, aunque Marco Antonio quiso llevarle a la guerra, pero no aceptó ser médico militar.
representación medieval de Galeno |
Galeno había heredado las ideas de Hipócrates;
para él, la enfermedad consistía en la alteración de los humores corporales, la
sangre, la flema, la bilis amarilla o atrabilis y la bilis negra.
Hizo importantes descubrimientos:
siguiendo en parte las enseñanzas de Hipócrates, el fundador de la medicina
antigua, demostró que en las arterias corre sangre y no aire como hasta ese
momento se había creído. Además, probó que la sangre era impulsada en vasos por el corazón, que funciona como una bomba. Escribió un tratado
titulado Arte médico.
La terapéutica de Galeno tiene estas
características:
El régimen dietético.
Contraria "contrariis curantur”alterada la proporción armónica de los humores, se ha de utilizar el
medicamento que se opone al humor, se utilizarán los vomitivos, purgantes y
diuréticos; se utilizarán los, tónicos y calmantes; y para restituir el calor
perdido se aplicará al enfermo vísceras de animales recién sacrificados que le
aporten el calor animal.
Polifármacos. Si los órganos del
cuerpo se asocian para enfermar, también deben asociarse los medicamentos para
curar.
Algunos médicos rechazaban la “vis
Medicatrix
naturae” y atribuían las enfermedades al estrechamiento o dilatación de
los poros de la piel y prometían curar las enfermedades “cito, tuto et iocundo” es
decir, rápidamente, con seguridad y sin dolor.
Su ténica era el “strictum” y el “laxum”.
Empleaban como dilatadores las
sangrías, sanguijuelas, ventosas, cataplasmas emolientes, aire templado, sueño
y ejercicio hasta la fatiga. Y como astringentes, el vino, el vinagre, el agua fría, bebidas acídulas,
oscuridad, el alumbre y el “oxicrato” muy utilizado por los soldados romanos,
una mezcla de vinagre y agua a voluntad que, calma la sed, templa el calor
de todo el cuerpo, disminuye el sudor, facilita la secreción de la orina y
preserva de las enfermedades de la sangre.
Otros dos grandes médicos de la época, fueron Celso y Dioscórides. Celso fue un enciclopedista, recopilador de las ideas de los médicos
griegos.
Celso enumera las dotes de un buen
cirujano:
“Debe ser joven o por lo menos, no muy
entrado en años. Debe tener mano firme, nunca temblorosa. Debe ser hábil tanto
con la mano izquierda como con la derecha. Debe tener vista aguda y coraje.
Debe hallarse desprovisto de compasión, como para no dejarse impresionar por los
gritos del paciente, cuando este lo incite a apurarse o a cortar menos
profundamente de lo necesario”.
Según las descripciones de Celso, los
cirujanos sabían extirpar las amígdalas, operaban los ojos e intervenían
hernias estranguladas. En el libro de Celso hay también instrucciones
detalladas y precisas para la extracción de las armas en las heridas.
fresco de Pompeya S.I museo de Napoles |
En las excavaciones de Pompeya se han
extraído numerosos instrumentos quirúrgicos que revelan una técnica avanzada.
La cirugía romana empleaba más de doscientos instrumentos distintos, casi todos
de bronce y algunos de acero. Utilizaban como hilo de sutura la cuerda de tripa,
el catgut y el hilo de lino y como anestesia rudimentaria la “Mandrágora”
macerada en vino que se tomaba “pero” antes de las cauterizaciones o de las
operaciones quirúrgicas y también en enemas o inhalaciones.
Se practicaba con gladiadores heridos o con los cadáveres de los
ejecutados.
Los tipos de operaciones eran,
extracción de proyectiles, cauterizaciones, inmovilizaciones con mezclas de
cera y harina, amputaciones, trepanaciones y sangrías.
La sangría, “sanguinem mittendi”, restablece el equilibrio humoral.
La sangría, “sanguinem mittendi”, restablece el equilibrio humoral.
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Fuentes:
La medicina romana - Fulgencio Martinez Saura
Fotos wikipedia
Howard W. Haggard. El Médico en la
Historia. IV Edición. Buenos Aires
que bueno este articulo
ResponderEliminarMuy interesante y bien explicado
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