Botánica en la antigua Roma
Plantas Medicinales
Aplicaciones de las plantas
Las diferentes formas de aplicación son:
Maceración: derivado de la infusión, el líquido puede ser agua u otro líquido como el vino. Se mezcla la planta seca o fresca en el líquido elegido y se espera su fermentación durante 12 horas, luego se cocía y se tomaba como infusión.
Cataplasma: para uso externo podía ser en frío o caliente, se machacaba la planta y mediante un paño se aplicaba en la zona afectada.
Polvos: se utilizaba cuando la planta era de sabor muy desagradable. Se dejaba secar la planta y luego se machacaban en un mortero, solía tomarse mediante cápsulas.
Aceites vegetales: se dejaban fermentar las plantas con aceite de oliva al sol durante
unas tres semanas, luego se colaba y se guardaba en frascos opacos de vidrio.
Emplastos: un derivado de la cataplasma, pero se mezclaba
las plantas con grasa que se aplicaba en la zona afectada.
Inhalación: Se cocían las plantas en agua y se aspiraban
los vapores por boca y nariz.
Baños
terapéuticos: se sumergía
la parte afectada o todo el cuerpo en
el agua donde previamente se habían añadido las plantas.
Jugos
esenciales: se extrae
la savia de la planta, era la manera más pura de utilizar una planta, resultaba
muy cara por la cantidad de plantas que se necesitaba.
Estoraque
(Styrax officinalis) para los catarros
La
Juncia loca (Cyperus longus) dolores de estómago
Zumo
de Verdolaga (Portulaca oleracea) para la fiebre
Ungüento
de lirio, preparado que mezcla la raíz, Cálamo aromático (Acorus calamus), Mirra
(corteza de Commimphora myrra) aceite, vino y Cardamomo (Amomum) para
tratar heridas abiertas
El
uso de este ungüento era muy frecuente para tratar las heridas, la mirra es un
potente antiséptico como el alcohol del vino, la raíz Cálamo Aromático (Acorus
calamus) alivian el dolor por sus propiedades analgésicas, y el aceite actuaba
como aglutinante.
Para preparar este ungüento no siempre se encontraban todas las plantas necesarias,
por lo que se recurría en caso de necesidad al Ajenjo (Artemisia absinthium) que
en pequeñas dosis actuaba como antiséptico.
La
simiente de albahaca (Ocimum basilicum) para la depresión levantaba el ánimo.
La
Mandrágora (Mandragora autumnalis) provocaba el desaliento, también era muy
toxica y se utilizaba para el envenenamiento.
En
las batallas para las contusiones se empleaba el Gordolobo (Verbascum)
Para
los huesos rotos se aplicaba de forma externa un ungüento de Cyprino u hojas de Lentisco (Pistacia lentiscus)
cocidas si no tenían ungüento preparado.
Para
tratar los miembros gangrenados o necrosados Dioscórides recomienda aplicar harina
de Zizania (Zizania), para que la putrefacción no pasara al resto de
miembros antes de la amputación.
También
se nombran en los tratados plantas que neutralizan los venenos provocados por las
picaduras de serpientes o escorpiones. Se recomienda
beber Zumo de Lirio Blanco (Iris germánica), raíz de Cálamo aromático (Acorus
calamus) y hojas de Cardamomo (Amomum sp.) estas plantas elevan el ritmo
cardiaco y la temperatura corporal evitan el paro cardiaco que provoca el
veneno de cualquier animal.
Para
los dolores menstruales, los griegos conocían 192 plantas indicadas para dicho
uso, la mayoría de ellas provocaban el menstruo y aliviaban los dolores
premenstruales, como el Pinillo (Aguja cahamaepitys) que se bebía con agua y
miel contraía el útero y adelantaba el ciclo menstrual. Pero el más efectivo
era el Sauzgatillo o Árbol casto (Vitex agnus castus) que influyen en las
glándulas hormonales, en las mujeres provocan el menstruo y en los hombres como
tónico sexual aumenta los niveles de testosterona.
Para
los dolores del parto hay distintos remedios para distintos tipos de patologías y algunas abortivas como la
manzanilla (Chamaemelum nobile) cuya ingesta provoca contracciones en el útero
materno adelantando el parto.
Mucha
de las patologías se trataba a través de rituales mágicos. La utilización de plantas
se acompañaba con plegarias, sacrificios o rituales en honor del Dios Esculapio.
Uso
de las plantas en la antigüedad clásica: Álvaro Medina Martínez
Plantas
y remedios medicinales (de materia médica) Libros IV-V (Biblioteca Clásica
Gredos nº 254)
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